Un nuevo estudio basado en imágenes satelitales ha confirmado que más de la mitad de los principales lagos y embalses del mundo están experimentando una sequía significativa. Desde 1992, aproximadamente el 53% de estas masas de agua ha estado disminuyendo constantemente, y en gran medida, somos responsables de esta situación preocupante.
Estudio revela la alarmante sequía de más del 50% de los lagos y embalses del mundo
El estudio, dirigido por Fangfang Yao, hidrólogo de la Universidad de Virginia, analizó cerca de 2,000 lagos, que representan el 95% de todas las reservas de agua en el planeta. A través de la recopilación y el análisis de 250,000 imágenes de estas superficies acuáticas tomadas entre 1992 y 2020, el equipo de investigación pudo determinar la magnitud de la sequía.
El informe, publicado en la revista Science, reveló que el consumo humano excesivo y el calentamiento climático son las principales causas de este fenómeno preocupante. Desde el Mar de Aral en Asia Central hasta el Mar Muerto en el Medio Oriente, la pérdida acumulativa de agua equivale a 22 gigatoneladas por año durante casi tres décadas. Para ponerlo en perspectiva, es como si el Lago Mead, el embalse más grande de Estados Unidos con un volumen de aproximadamente 30 km³, se hubiera secado 17 veces.
El estudio también destaca que la sequía afecta a todas las regiones del mundo, desde áreas húmedas hasta zonas áridas. Se observaron disminuciones en lagos tropicales del Amazonas y en regiones del Ártico. Además, se estima que aproximadamente el 25% de la población mundial, alrededor de 2 mil millones de personas, vive en cuencas lacustres que están experimentando una tendencia de disminución.
Según los investigadores, más del 50% de la pérdida neta de agua en los lagos naturales se debe a impactos humanos directos e indirectos. Es crucial implementar una gestión inteligente y tomar medidas urgentes para abordar esta crisis. “Es difícil revitalizar un lago que se está secando o que ya se ha secado… Esto es especialmente crítico en un mundo cada vez más cálido”, advierte Balaji Rajagopalan, coautor del estudio.
Aunque los resultados del estudio son alarmantes, existe una nota positiva: el 24% de los lagos estudiados ha experimentado un aumento significativo en el almacenamiento de agua. Muchos de ellos se encuentran en áreas despobladas, como el interior de la meseta tibetana y las grandes llanuras del norte de América del Norte. También se observaron mejoras en regiones con nuevos embalses, como las cuencas de los ríos Yangtsé, Mekong y Nilo.
Un ejemplo destacado es el Lago Sevan en Armenia, que ha experimentado un crecimiento notable. Desde la década de 2000, las autoridades han implementado leyes de conservación del agua en el área, lo que demuestra que es posible revertir la situación. “Si el consumo humano es un factor importante en la disminución del almacenamiento de agua del lago, entonces podemos adaptarnos y explorar nuevas políticas”, afirma Ben Livneh, otro participante de la investigación.
El estudio sobre la sequía de los lagos es un llamado de atención para tomar medidas inmediatas y urgentes. Con el calentamiento global en curso y la posibilidad de que se supere el límite de temperatura de 1.5°C en los próximos años, es crucial tomar acciones concretas para preservar y proteger estas valiosas fuentes de agua. La gestión sostenible y las políticas de conservación son fundamentales para enfrentar este desafío y garantizar un futuro sostenible para nuestro planeta.
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