La NASA se está preparando para regresar a la Luna en 2025 con la misión Artemis 3, que promete ser histórica por diversas razones, incluyendo el primer alunizaje de una mujer. Sin embargo, además de explorar y establecer una presencia humana en la Luna, la agencia espacial estadounidense también se propone investigar la posibilidad de que el satélite pueda albergar vida microbiana.
Investigación revela la existencia de microorganismos en cráteres superfríos de la Luna
Recientes investigaciones han sugerido que algunos microorganismos podrían sobrevivir en cráteres superfríos y permanentemente sombreados ubicados en el polo sur lunar. Según Prabal Saxena, investigador planetario en el Centro de Vuelo Espacial Goddard de la NASA, existen nichos potencialmente habitables en áreas protegidas de cuerpos sin atmósfera, lo cual ha sorprendido al equipo de estudio.
El enfoque se centra en analizar qué organismos podrían sobrevivir en la región situada en el polo sur lunar, hacia los 84 grados de latitud sur. Al mismo tiempo, se investigan las zonas que podrían ofrecer mejores condiciones, como temperaturas máximas y protección contra la radiación.
Una hipótesis intrigante plantea la posibilidad de que fragmentos de vida microbiana terrestre hayan llegado a la Luna a través de meteoritos originados en la Tierra. Heather Graham, geoquímica orgánica de la NASA, afirma que esto es plausible, aunque no existen pruebas concluyentes al respecto.
Sin embargo, la presencia de microorganismos en la Luna también puede ser atribuida a los propios astronautas. El equipo de estudio reconoce que los humanos son el principal vector de microbios hacia el satélite, y se espera que los astronautas de la misión Artemis 3 también transporten microorganismos consigo. Aunque no se prevé una colonización masiva de microbios en el polo sur lunar, se estima que ciertas esporas podrían persistir en micro nichos protegidos debido a las condiciones favorables de temperatura y radiación.
No obstante, es crucial tener cuidado con el impacto humano en la Luna. Paul Lucey, del Instituto de Geofísica y Planetología de Hawái, advierte sobre la posible contaminación generada por la nave espacial Artemis y cómo esto podría afectar los resultados de las investigaciones. Por esta razón, la misión debe evaluar detalladamente la ruta y la zona exacta de aterrizaje, aprovechando los aprendizajes para futuras exploraciones, incluyendo la exploración de Marte.
Artemis 3 marcará el primer alunizaje humano desde 1972 y se espera que la tripulación pase casi una semana en la Luna, realizando hasta cuatro caminatas lunares. Esta ambiciosa misión utilizará la nave espacial Orion, que ya ha demostrado su capacidad durante un viaje de prueba alrededor de la Luna en diciembre del año pasado.
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