Después de pasar un mes en la Estación Espacial Internacional (EEI), la misión Ax-3, la primera totalmente europea que viajó al espacio a bordo de una nave privada, regresó este viernes a la Tierra, aterrizando en aguas cercanas a Florida.
La misión Ax-3 fue un hito histórico para la exploración espacial, ya que fue la primera vez que una tripulación compuesta íntegramente por europeos llegó a la EEI sin depender de las agencias espaciales gubernamentales. La misión fue organizada por la empresa Axiom Space, que tiene como objetivo construir una estación espacial comercial.
La tripulación de la misión Ax-3 estaba formada por cuatro astronautas: el comandante Michael López-Alegría, de origen hispano-estadounidense y veterano de la NASA; el empresario israelí Eytan Stibbe; el ex-piloto francés Philippe Perrin; y el ex-astronauta alemán Thomas Reiter. Los cuatro viajaron al espacio el pasado 18 de enero, a bordo de la cápsula Dragon, de la empresa SpaceX, fundada por el multimillonario Elon Musk.
Durante su estancia en la EEI, los astronautas de la misión Ax-3 realizaron diversos experimentos científicos, educativos y culturales, relacionados con la salud, la biología, la física y el arte. También compartieron su experiencia con el público a través de las redes sociales, mostrando imágenes y vídeos de la vida en el espacio.
La misión Ax-3 concluyó este viernes, cuando la cápsula Dragon se desacopló de la EEI y comenzó su descenso hacia la Tierra. Tras una reentrada atmosférica exitosa, la cápsula amerizó en el océano Atlántico, cerca de la costa de Florida, a las 10:25 hora local (15:25 GMT). Los cuatro astronautas fueron rescatados por un barco de SpaceX y trasladados a tierra firme, donde fueron recibidos por sus familiares y amigos.
La misión Ax-3 ha sido la tercera misión privada que ha visitado la EEI, después de las misiones Ax-1 y Ax-2, que tuvieron lugar en 2020 y 2021, respectivamente. La empresa Axiom Space tiene previsto lanzar otras tres misiones privadas a la EEI en los próximos años, con el objetivo de preparar el terreno para la construcción de su propia estación espacial, que podría estar operativa en 2027.
La misión Ax-3 ha demostrado que el espacio está cada vez más abierto a la participación privada y a la cooperación internacional, y que el sueño de viajar al espacio está más cerca de hacerse realidad para muchas personas.
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