Microsoft está cada vez más cerca de completar la mayor adquisición de su historia: la compra de Activision Blizzard, la empresa detrás de franquicias exitosas como Call of Duty, Warcraft o Candy Crush. La Autoridad de Competencia y Mercados del Reino Unido (CMA) ha dado su aprobación preliminar al acuerdo, tras meses de bloqueo y negociaciones.
La CMA había iniciado una investigación sobre la compra de Activision Blizzard por parte de Microsoft en abril pasado, al considerar que podría reducir la competencia en el mercado de los juegos en la nube. La autoridad británica temía que Microsoft pudiera limitar el acceso a los juegos de Activision Blizzard en otras plataformas de streaming, como las de Sony, Amazon o Google.
Sin embargo, Microsoft ha logrado convencer a la CMA de que el acuerdo no supone una amenaza para la competencia, gracias a una serie de concesiones que ha ofrecido. La más importante es la venta de los derechos de cloud gaming de los juegos de Activision Blizzard a Ubisoft, uno de sus rivales históricos.
De esta forma, Ubisoft se convertirá en un proveedor clave de contenido para los servicios de cloud gaming, replicando el papel que Activision Blizzard habría desempeñado como actor independiente. Además, Microsoft no podrá controlar los términos de licencia de los juegos de Activision Blizzard en otras plataformas de cloud gaming.
La CMA ha considerado que estas medidas son suficientes para resolver sus preocupaciones iniciales y ha dado luz verde al acuerdo, aunque todavía no es definitivo. La autoridad británica abrirá una consulta pública hasta el 6 de octubre para recibir comentarios y opiniones sobre el caso. Si no hay nuevas objeciones, se espera que la CMA dé su aprobación final antes del 18 de octubre, fecha límite para cerrar la compra.
Microsoft anunció su intención de comprar Activision Blizzard en enero pasado por 68.700 millones de dólares, una cifra récord en el sector de los videojuegos. Con esta operación, Microsoft busca reforzar su posición en el mercado y ampliar su catálogo de juegos exclusivos para Xbox y PC.
La compra de Activision Blizzard también le permitirá a Microsoft acceder a una gran base de usuarios, ya que los juegos de la empresa tienen más de 400 millones de jugadores activos al mes. Además, Microsoft podrá aprovechar el potencial de las franquicias de Activision Blizzard para impulsar su servicio de suscripción Xbox Game Pass, que ya cuenta con más de 25 millones de miembros.
La compra ha generado polémica y controversia entre los aficionados y los reguladores, que han expresado sus dudas sobre el impacto que tendrá en el sector. Sin embargo, Microsoft ha asegurado que respetará la autonomía y la creatividad de Activision Blizzard y que mantendrá sus juegos disponibles en otras plataformas.
El Reino Unido era el último obstáculo que le quedaba a Microsoft para cerrar la compra, ya que Estados Unidos y la Unión Europea ya habían dado su visto bueno al acuerdo. Ahora solo falta esperar a que se confirme la decisión final de la CMA y se formalice el traspaso.
Microsoft ha mostrado su satisfacción por el avance positivo en el proceso y ha reiterado su compromiso con la innovación y la diversidad en los videojuegos. La empresa espera poder cerrar la compra antes del plazo previsto y empezar a trabajar con Activision Blizzard para ofrecer las mejores experiencias a los jugadores.
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