Microsoft ha anunciado oficialmente que ya no desarrollará juegos nativos para Xbox One, marcando el fin de una era para la consola de generación anterior. En una entrevista con Axios, Matt Booty, director de Xbox Game Studios, confirmó que ninguno de los estudios internos de Microsoft está trabajando en juegos para la Xbox One. La compañía ha decidido enfocarse por completo en las Xbox Series X y S, luego de un período de transición de tres años.
Descubre el futuro de Xbox One y los juegos de Microsoft
“Nos hemos adentrado en la novena generación”, declaró Booty. El directivo también aseguró que ningún equipo interno está desarrollando versiones nativas para las consolas anteriores. Sin embargo, esto no significa que Microsoft dejará de brindar soporte a la Xbox One por completo. Algunos estudios seguirán ofreciendo soporte para juegos populares como Minecraft, que cuenta con millones de jugadores activos en la consola.
Otro aspecto destacado es que todos los juegos de Microsoft para Xbox Series X y Series S estarán disponibles en la nube. Esto significa que si eres propietario de una Xbox One y deseas jugar ‘Starfield’, podrás hacerlo siempre y cuando te suscribas a Game Pass Ultimate. “Así es como mantendremos el soporte”, afirmó Matt Booty.
La transición de Microsoft hacia la nueva generación de consolas comenzó el año pasado con el lanzamiento de Microsoft Flight Simulator, un juego que sería imposible de ejecutar de forma nativa en Xbox One. Sin embargo, el título está disponible en una resolución de hasta 1080p y una tasa de fotogramas máxima de 30 FPS para aquellos que juegan en la Xbox One, una vieja computadora portátil o un dispositivo móvil. No obstante, la calidad de la experiencia dependerá de la conexión a internet del usuario.
¿Se acerca el fin de Xbox One y PS4?
La decisión de Microsoft de detener el desarrollo de juegos para Xbox One podría extenderse a otros estudios. Compañías como EA, Activision Blizzard, Ubisoft y Warner Bros todavía lanzan versiones nativas para las consolas de generación anterior. Por ejemplo, Diablo IV, cuyos puertos para PS4 y Xbox One se ejecutan a 30 FPS, y Hogwarts Legacy, que se lanzó meses después de su debut en PS5 y Xbox Series X|S.
Si bien la escasez de hardware causada por la pandemia y la crisis de chips obligó a las compañías a mantener su compromiso con la PS4 y Xbox One, actualmente es más fácil conseguir una PS5. Aunque su antecesora, la Xbox One, cuenta con una base de más de 117 millones de usuarios, lo que supone una razón de peso para seguir desarrollando versiones para esa consola.
Sin embargo, ofrecer soporte a hardware obsoleto limita el potencial de los juegos a futuro. Los estudios que lanzan el mismo título en dos consolas de diferentes generaciones deben asegurarse de ofrecer una experiencia similar. Un ejemplo destacado es Horizon: Forbidden West, un juego “cross-gen” que funciona de manera excelente en PS4.
Aunque Microsoft ya no desarrollará juegos nativos para Xbox One, el soporte para estas consolas se mantendrá durante mucho tiempo. La posibilidad de jugar a títulos como Starfield, Forza Motorsport, Fable y otros en el futuro a través de la nube garantiza que los propietarios de esta plataforma no quedarán en el olvido. En cuanto a PlayStation, aún se desconoce si su nuevo servicio de Cloud Gaming llegará a la PS4.
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