La violencia doméstica es un problema grave que afecta a muchas personas en todo el mundo. Se trata de cualquier forma de abuso físico, psicológico, sexual o económico que se produce entre personas que tienen o han tenido una relación íntima. La violencia doméstica puede causar graves daños físicos y emocionales a las víctimas, y en algunos casos puede llegar a ser mortal.
Si estás siendo víctima de violencia doméstica, debes saber que no estás solo o sola, y que hay formas de protegerte y de recuperar tu bienestar.
En este artículo te ofrecemos una guía para que puedas reconocer la violencia doméstica, buscar ayuda y salir de una situación de riesgo.
¿Cómo reconocer la violencia doméstica?
La violencia doméstica no siempre es evidente, ya que puede manifestarse de diferentes maneras y en diferentes grados. Algunos signos de que estás sufriendo violencia doméstica son:
– Tu pareja te insulta, te humilla, te amenaza o te hace sentir culpable o inferior.
– Tu pareja te controla, te impide ver a tus amigos o familiares, revisa tu teléfono o tus redes sociales, o te obliga a hacer cosas que no quieres.
– Tu pareja te agrede físicamente, te empuja, te golpea, te tira del pelo o te hace daño de cualquier otra forma.
– Tu pareja te fuerza a tener relaciones sexuales o a realizar prácticas sexuales que no deseas, o te impide usar métodos anticonceptivos o de protección.
– Tu pareja te quita el dinero, te impide trabajar o estudiar, o te hace depender económicamente de él o ella.
Estos son solo algunos ejemplos, pero hay muchas otras formas de violencia doméstica. Lo importante es que sepas que ninguna forma de violencia es aceptable ni justificable, y que tienes derecho a vivir una vida libre de abusos.
¿Cómo obtener ayuda?
Si estás siendo víctima de violencia doméstica, lo primero que debes hacer es buscar ayuda. No tienes por qué enfrentarte solo o sola a esta situación, y hay muchas personas e instituciones que pueden apoyarte y orientarte. Algunas formas de obtener ayuda son:
– Llamar al número de emergencias de tu ciudad o municipio si estás en peligro inmediato o si has sufrido una agresión física o sexual. Los servicios de emergencia pueden asistirte y trasladarte a un centro sanitario si lo necesitas.
– Contactar con alguna asociación o entidad especializada en la atención a las víctimas de violencia doméstica. Puedes encontrar un listado de estas entidades en la página web del Ministerio de La Mujer o de Igualdad de tu país.
– Pedir ayuda a alguien de confianza, como un familiar, un amigo, un vecino o un profesional (médico, profesor, etc.). Es importante que rompas el silencio y que cuentes con el apoyo de personas que te quieran y te respeten.
¿Cómo salir de una relación abusiva?
Salir de una relación abusiva no es fácil, pero es posible. Requiere tomar conciencia de la situación, tomar decisiones y planificar los pasos a seguir. Algunas recomendaciones para salir de una relación abusiva son:
– Reconocer que estás siendo víctima de violencia doméstica y que no eres responsable ni culpable de lo que te está pasando. La culpa es solo del agresor o agresora, y tú mereces ser tratado o tratada con dignidad y amor.
– Buscar ayuda profesional y legal para protegerte y defender tus derechos. Puedes solicitar una orden de protección que impida al agresor o agresora acercarse a ti o comunicarse contigo. También puedes denunciar los hechos ante la policía o la justicia para que se investiguen y se sancionen.
– Preparar un plan de seguridad para salir de la situación de riesgo. Esto implica tener preparado un lugar seguro donde ir (casa de un familiar, de un amigo, de una asociación, etc.), tener a mano los documentos y objetos personales importantes (DNI, pasaporte, tarjetas, dinero, medicamentos, etc.), y tener un teléfono con batería y saldo para llamar en caso de emergencia.
– Romper el contacto con el agresor o agresora y no caer en sus intentos de manipulación o chantaje. Es posible que el agresor o agresora te pida perdón, te prometa cambiar o te amenace con hacerte daño a ti o a otras personas. No debes creerle ni ceder a sus presiones, ya que solo busca mantener el control sobre ti.
– Recuperar tu autoestima y tu proyecto de vida. Salir de una relación abusiva puede ser un proceso doloroso y difícil, pero también una oportunidad para reconstruir tu vida y tu felicidad. Es importante que cuides de tu salud física y mental, que retomes tus actividades y aficiones, que te rodees de personas positivas y que te plantees nuevos objetivos y sueños.
Recuerda que la violencia doméstica no es normal ni inevitable, y que puedes salir de ella. No estás solo o sola, y hay muchas personas dispuestas a ayudarte. No dudes en pedir ayuda si la necesitas, y confía en tu capacidad de superar esta situación. Tú puedes.
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