Investigadores del Vall d’Hebron Institut de Recerca (VHIR) de Barcelona han recuperado una técnica de ensayo ampliamente establecida, la ELISA, y la han dotado de prestaciones que permiten detectar la malaria en una hora y con una sensibilidad cercana a la PCR.
Según han explicado en un comunicado y publicado en Analytica Chimica Acta, los investigadores del CIBER de Bioingeniería, Biomateriales y Nanomedicina (CIBER-BBN) creen que esta técnica permitirá el análisis simultáneo de un gran número de muestras, generando resultados cuantitativos y fácilmente automatizables.
La técnica ELISA, o ensayo por inmunoabsorción ligado a enzimas, usa anticuerpos para identificar pequeñas partículas, en este caso el parásito de la malaria, y un marcador enzimático que genera un producto de un color proporcional a la cantidad de parásito que se ha capturado.
Este tipo de ensayos cuenta con varios pasos y habitualmente suele durar entre seis y ocho horas, por lo que se tiene que llevar a cabo en un laboratorio centralizado.
Explica Eva Baldrich, investigadora del CIBER-BBN participante en el estudio, para optimizar el proceso “se ha sustituido el marcador enzimático convencional por un polímero enzimático amplificador más eficiente y que genera señales más altas en menos tiempo”.
“Junto a una optimización minuciosa de los diferentes pasos y componentes del ensayo, hemos podido acortar la duración y detectar la malaria en menos de una hora y con una sensibilidad cercana a la PCR, una técnica muy sensible que detecta el material genético del parásito pero que es demasiado sofisticada y cara para el trabajo de campo”, añade la investigadora
La malaria es una enfermedad infecciosa causada por un parásito micróscopico y que se transmite a los humanos a través de la picaduras de la hembras del mosquito Anopheles infectadas.
La enfermedad está erradicada en España desde los años 60 del siglo pasado, pero sigue estando entre las enfermedades más mortíferas del planeta, siendo la responsable de la muerte de medio millón de personas cada año, la mayoría niños del continente africano, aunque también afecta a amplias zonas de Asia y América Latina.
Prolifera especialmente en países pobres y con una atención médica deficiente, por lo que la falta de herramientas diagnósticas apropiadas complica el control de la misma.
La erradicación de esta enfermedad es una de las prioridades de la Organización Mundial de la Salud, aunque los expertos coinciden en que esto solo se conseguirá con la mejora de las herramientas diagnósticas y con el fortalecimiento de los sistemas sanitarios en los que la malaria tiene más fuerza.
Este nuevo estudio es un paso más en la lucha contra la enfermedad, aunque según explican los investigadores en este momento se encuentran “buscando financiación para hacer una validación de campo de este método y colaboradores industriales para acometer su automatización usando equipos de sobremesa de bajo coste”
La investigación, que se ha realizado en colaboración con investigadores de la Unidad de Salud Internacional del Hospital Universitario Vall d’Hebron, se enmarca dentro de Programa de Salud Internacional del Institut Català de la Salut (PROSICS), y del Institut de Bioenginyeria de Catalunya (IBEC).
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EFE
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— SomosFan.com (@SomosFancom) June 4, 2021