¿Alguna vez te has encontrado con que tu lavadora, tu nevera o tu microondas dejaron de funcionar justo cuando más los necesitabas? ¿Te has planteado llamar a un técnico, pero te echaste atrás al ver los precios que cobran? ¿Te gustaría poder reparar tus electrodomésticos tú mismo, sin tener que depender de nadie ni gastar más de lo necesario?
Si la respuesta es sí, este artículo es para ti. Te vamos a dar algunos consejos útiles para que puedas arreglar tus electrodomésticos de forma sencilla, rápida y económica. No hace falta que seas un experto ni que tengas herramientas especiales, solo necesitas un poco de paciencia, sentido común y ganas de aprender.
Cómo arreglar tus electrodomésticos sin gastar una fortuna
Antes de empezar, hay algunas cosas que debes tener en cuenta:
– Lo primero es desconectar el electrodoméstico de la corriente eléctrica antes de manipularlo. Así evitarás posibles accidentes o daños mayores.
– Lo segundo es identificar el problema. A veces, el fallo puede ser evidente, como una pieza rota o suelta, pero otras veces puede ser más difícil de detectar. Para ello, puedes consultar el manual de instrucciones del aparato, buscar información en internet o preguntar a alguien que sepa del tema.
– Lo tercero es conseguir los repuestos o materiales que necesites para la reparación. Puedes comprarlos en tiendas especializadas, en internet o incluso aprovechar piezas de otros electrodomésticos que ya no uses.
– Lo cuarto es seguir las instrucciones paso a paso y con cuidado. No te saltes ningún detalle ni fuerces nada que no encaje. Si tienes dudas, consulta de nuevo el manual o busca ayuda.
– Lo quinto es probar el resultado y comprobar que todo funciona correctamente. Si no es así, revisa lo que hayas hecho y corrige los posibles errores.
Ahora que ya sabes lo básico, vamos a ver algunos ejemplos de reparaciones comunes que puedes hacer tú mismo:
– Si tu lavadora no centrifuga, puede ser que el filtro esté obstruido por pelusas o restos de suciedad. Para limpiarlo, solo tienes que abrir la tapa inferior del aparato, sacar el filtro, lavarlo con agua y jabón y volver a colocarlo.
– Si tu nevera no enfría lo suficiente, puede ser que el termostato esté mal regulado o que el ventilador esté sucio o averiado. Para solucionarlo, puedes ajustar el termostato a una temperatura más baja o más alta según sea el caso, o limpiar o cambiar el ventilador si está defectuoso.
– Si tu microondas no calienta la comida, puede ser que el fusible esté quemado o que el magnetrón esté dañado. Para reemplazarlos, tienes que abrir la carcasa del aparato con un destornillador, localizar el fusible o el magnetrón, quitarlos con cuidado y poner los nuevos en su lugar.
Como ves, reparar tus electrodomésticos no es tan difícil como parece. Solo tienes que seguir estos consejos y podrás ahorrar dinero y tiempo, además de sentirte orgulloso de haberlo hecho tú mismo. ¿A qué esperas? ¡Ponte manos a la obra!
Lea también: Los 5 electrodomésticos que más te hacen gastar en luz: consejos para reducir su consumo
¡Síguenos en Google News, Facebook y Twitter para mantenerte informado con las mejores noticias!