El correcto mantenimiento de una motocicleta es una tarea fundamental para garantizar su buen funcionamiento, su seguridad y su durabilidad.
Sin embargo, muchos moteros cometen errores que pueden afectar el rendimiento de su máquina o incluso pueden poner en riesgo su integridad.
En este artículo te mostramos los 7 errores más comunes con el mantenimiento de las motocicletas y por supuesto, te decimos cómo evitarlos.
Qué no hacer con tu moto: 7 errores de mantenimiento que pueden costarte caro
1. No revisar la presión de los neumáticos. Los neumáticos son el único punto de contacto entre la moto y el asfalto, por lo que es vital que tengan la presión adecuada y se les haga un buen mantenimiento.
Una presión demasiado baja puede provocar un desgaste irregular, una pérdida de agarre o un reventón. Una presión demasiado alta puede reducir la superficie de contacto, aumentar el consumo de combustible o causar un deslizamiento. Lo ideal es revisar la presión cada 15 días o antes de un viaje largo, siguiendo las indicaciones del fabricante.
2. No cambiar el aceite con regularidad. El aceite es el encargado de lubricar y refrigerar el motor, evitando el desgaste y la corrosión de sus componentes.
Un aceite sucio o de mala calidad puede reducir el rendimiento del motor, aumentar el consumo de combustible o provocar averías graves. Lo recomendable es cambiar el aceite cada 5.000 o 10.000 kilómetros, dependiendo del tipo de moto y del uso que se le dé.
3. No ajustar la cadena correctamente. La cadena es el elemento que transmite la potencia del motor a la rueda trasera, por lo que debe estar bien tensada y engrasada.
Una cadena demasiado floja puede saltar o salirse de los piñones, causando una pérdida de control o un accidente. Una cadena demasiado tensa puede dañar el eje trasero, los cojinetes o los retenes. Lo aconsejable es ajustar la cadena cada 1.000 kilómetros, siguiendo las especificaciones del fabricante.
4. No limpiar el filtro del aire. En el mantenimiento, el filtro del aire es el responsable de evitar que entre suciedad o partículas al motor, mejorando su rendimiento y alargando su vida útil.
Un filtro del aire sucio o obstruido puede disminuir la potencia del motor, aumentar el consumo de combustible o generar humo negro. Lo ideal es limpiar el filtro del aire cada 5.000 kilómetros o cuando se note una pérdida de rendimiento.
5. No revisar el nivel de líquido de frenos. El líquido de frenos es el encargado de transmitir la presión que ejercemos sobre el pedal o la maneta a las pinzas de freno, permitiendo detener la moto con seguridad.
Un nivel de líquido de frenos bajo puede provocar una falta de respuesta o un fallo en los frenos. Un nivel de líquido de frenos alto puede causar un sobrecalentamiento o una fuga del sistema. Lo recomendable es revisar el nivel de líquido de frenos cada 6 meses o cuando se note una disminución en la eficacia de los frenos.
6. No sustituir las pastillas de freno a tiempo. Las pastillas de freno son las encargadas de generar fricción contra los discos de freno, reduciendo la velocidad de la moto.
Unas pastillas de freno gastadas o deterioradas pueden provocar un alargamiento en la distancia de frenado, un ruido metálico o un daño en los discos de freno. Lo aconsejable es sustituir las pastillas de freno cuando queden menos de 2 milímetros de grosor o cuando se note una pérdida de efectividad.
7. No comprobar el estado de las bujías. En el mantenimiento, las bujías son las encargadas de generar la chispa que inicia la combustión en el motor, permitiendo su funcionamiento.
Unas bujías sucias, dañadas o inadecuadas pueden provocar un arranque difícil, una marcha irregular, un aumento del consumo de combustible o una emisión excesiva de gases contaminantes. Lo ideal en el mantenimiento, es comprobar el estado de las bujías cada 10.000 kilómetros.
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