El fentanilo es un analgésico opioide sintético que ha sido objeto de controversia debido a su alta tasa de adicción y sobredosis. A pesar de que fue desarrollado para ayudar a controlar el dolor en pacientes con cáncer, su uso se ha extendido a personas que buscan una sensación de euforia o para combatir el dolor crónico.
Según expertos en el campo de la medicina, el fentanilo es altamente adictivo debido a la rapidez con la que atraviesa la barrera hematoencefálica y llega al cerebro. Una vez allí, se une a los receptores opioides y libera grandes cantidades de dopamina, lo que provoca una sensación de placer y recompensa.
A diferencia de otros opioides, como la morfina o la codeína, el fentanilo es mucho más potente, lo que significa que se necesita menos cantidad para obtener el mismo efecto. Esta alta potencia también significa que el riesgo de sobredosis es mucho mayor, especialmente si se mezcla con otras drogas como la heroína o la cocaína.
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Otro factor que contribuye a la adicción al fentanilo es su disponibilidad en el mercado negro. A menudo se falsifica y se mezcla con otras sustancias para aumentar su volumen y beneficios, lo que puede ser peligroso para aquellos que lo consumen.
En conclusión, la adicción al fentanilo es un problema grave que requiere la atención de profesionales médicos y adictólogos. Es importante comprender por qué es tan adictivo y estar conscientes de los riesgos que conlleva su consumo, ya sea legal o ilegal. Con una mayor educación y conciencia, podemos trabajar juntos para prevenir la propagación de esta epidemia de adicción.
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