El casco de moto es uno de los elementos más importantes para la seguridad de los motociclistas. No solo protege la cabeza en caso de accidente, sino que también reduce el ruido y el viento, mejora la visibilidad y evita las multas.
Por eso, es fundamental cuidarlo y mantenerlo en buen estado. Aquí te damos algunos consejos prácticos para que tu casco te dure más y te ofrezca el mejor rendimiento.
Cuida tu casco de moto como se merece: te enseñamos cómo limpiarlo, revisarlo, guardarlo y cambiarlo
– Límpialo regularmente. El polvo, los insectos y la suciedad pueden dañar la pintura y el visor, así como afectar a la higiene y el confort. Para limpiarlo, usa un paño suave y agua tibia con jabón neutro o un producto específico para cascos. Evita los disolventes, las esponjas abrasivas y las toallas de papel, ya que pueden rayarlo. Sécalo con un paño seco y suave, y deja que se ventile al aire libre.
– Revisa el estado del casco. Es importante comprobar que este no tenga grietas, abolladuras o rasguños que puedan comprometer su resistencia. También hay que revisar que el visor esté limpio, sin arañazos ni fisuras, y que se ajuste bien. Si el visor está dañado, cámbialo por uno nuevo. Asimismo, verifica que el sistema de cierre funcione correctamente y que la correa no esté desgastada ni rota.
– Evita exponer el casco a temperaturas extremas. El calor y el frío pueden afectar a la estructura y los materiales del casco, reduciendo su vida útil. Por eso, no lo dejes al sol ni cerca de fuentes de calor, como radiadores o tubos de escape. Tampoco lo guardes en lugares muy fríos o húmedos, como maleteros o sótanos. Lo ideal es guardarlo en un lugar fresco, seco y ventilado, preferiblemente dentro de una funda o una bolsa.
– No lo modifiques ni personalices. Aunque pueda parecer tentador decorar o modificar el casco a tu gusto, lo cierto es que cualquier alteración puede afectar a su seguridad y homologación. Por ejemplo, no pegues adhesivos ni lo pintes con productos no adecuados, ya que pueden dañar la capa exterior y debilitar su resistencia. Tampoco taladres ni cortes el casco para instalar accesorios o sistemas de comunicación, ya que puedes dañar la estructura interna.
– Cámbialo cada cierto tiempo. Por último, recuerda que ningún casco dura para siempre. Con el uso y el paso del tiempo, este va perdiendo sus propiedades y su capacidad de absorber impactos. Por eso, se recomienda cambiarlo cada cinco años o después de un accidente o un golpe fuerte. Así te asegurarás de tener siempre un casco en óptimas condiciones y con la máxima garantía de seguridad.
Estos son algunos consejos prácticos para cuidar el casco de moto y alargar su vida útil. Recuerda que un buen elemento puede salvarte la vida en caso de accidente, así que no escatimes en calidad ni en mantenimiento.
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