Tiba al-Ali era una joven iraquí que había encontrado la libertad y la felicidad en Turquía, donde se había mudado en 2017 para estudiar y vivir con su prometido sirio. En su canal de YouTube, compartía con sus más de 20.000 seguidores sus opiniones sobre el maquillaje, el amor, la moda y otros temas.
Sin embargo, su sueño se truncó cuando regresó a Irak en enero de este año para visitar a su familia. Su padre, Tayyip Ali, la asesinó mientras dormía tras una discusión por su forma de vida. El crimen causó una gran indignación en el país y en el mundo, ya que evidenció la violencia y la discriminación que sufren las mujeres iraquíes por parte de una sociedad patriarcal y conservadora.
El caso de Tiba al-Ali es uno de los muchos que se conocen como “crímenes de honor”, que se cometen contra las mujeres que supuestamente han mancillado el honor de sus familias por su comportamiento sexual o social.
Así mataron a Tiba al-Ali, la joven iraquí que desafió a su padre con su canal de YouTube
Lo más grave es que la legislación iraquí ampara estos crímenes y les otorga una impunidad casi total. El código penal iraquí establece que los “crímenes de honor” están exentos de pena si fueron provocados o si el acusado tenía “motivos honorables”. Además, permite el “castigo de la esposa por parte de su marido”.
Estas leyes han sido duramente criticadas por las organizaciones de derechos humanos y las activistas feministas, que exigen su reforma y la protección efectiva de las mujeres y las niñas contra el abuso doméstico. Tras la muerte de Tiba al-Ali, cientos de mujeres salieron a las calles a protestar y a pedir justicia.
El gobierno iraquí ha defendido la actuación de las autoridades en el caso de Tiba al-Ali. El portavoz del Ministerio del Interior, Saad Maan, dijo que el asesinato fue un “accidente criminal” y no un “accidente relacionado con los asesinatos por honor”. Afirmó que la policía había intervenido el día antes del crimen y que el padre fue condenado a seis meses de prisión.
Sin embargo, esta versión ha sido cuestionada por los familiares y amigos de la víctima, que aseguran que fue víctima de un crimen premeditado y que su padre actuó con total impunidad. Su prometido, que prefirió mantenerse en el anonimato por temor a represalias, dijo que Tiba le había contado que su padre la había amenazado con matarla si no rompía con él.
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