El Papa Francisco presidió la Misa del Domingo de Ramos en la Plaza de San Pedro después de su reciente hospitalización en la ciudad de Roma.
A pesar de su voz aún débil y algo ronca, el Papa habló ante una multitud de 60,000 fieles sobre la importancia de no marginar a nadie en la sociedad actual.
El líder de la Iglesia Católica también recordó a un mendigo muerto en su columnata como una encarnación actual de Cristo y destacó la necesidad de acercarse a los abandonados y solitarios.
El Papa Francisco inaugura la Semana Santa presidiendo la Misa del Domingo de Ramos
El Papa lamentó que en la actualidad hay muchos “cristos abandonados”, como los “niños por nacer, ancianos dejados solos, enfermos no visitados y discapacitados ignorados”.
El Pontífice sufrió una bronquitis que lo llevó a ser ingresado en el hospital Gemelli de Roma el miércoles pasado, pero ayer sábado recibió el alta.
Así las cosas- hoy pudo presidir el Domingo de Ramos e inaugurar la Semana Santa. En su primera reaparición pública, el Papa defendió a los abandonados del mundo.
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