En un juicio que promete ser histórico y que ha captado la atención nacional, 51 hombres están siendo juzgados en Aviñón, Francia, por presuntas violaciones contra Gisèle Pelicot, quien durante una década fue drogada por su propio esposo, Dominique Pelicot, y ofrecida inconsciente a desconocidos para satisfacer su voyeurismo. La primera audiencia comenzó este lunes en el Tribunal de lo Criminal de Vaucluse, y se prevé que se extienda durante cuatro meses.
Los encausados, con edades entre los 26 y los 74 años, enfrentan cargos por su presunta participación en los abusos cometidos entre 2011 y 2020, mientras la víctima, que hoy tiene 71 años, intenta encontrar justicia tras descubrir el horror que vivió durante años sin saberlo.
Una década de abusos sistemáticos
La investigación en Francia reveló que Dominique Pelicot drogaba regularmente a su esposa con potentes ansiolíticos, dejándola en un estado de inconsciencia similar al coma. Sin el conocimiento ni consentimiento de ella, ofrecía a decenas de hombres tener relaciones sexuales con ella.
A lo largo de la instrucción, se documentaron al menos 92 violaciones grabadas por Pelicot en su domicilio en Francia. Los abusos salieron a la luz cuando el hombre fue detenido en 2020 por filmar bajo las faldas de mujeres en un supermercado, lo que llevó a las autoridades a descubrir miles de fotos y vídeos en su computadora.
Pelicot ha confesado que no buscaba ningún beneficio económico, sino que lo hacía por su deseo voyeurista. A pesar de su perturbador comportamiento, los exámenes psicológicos no detectaron ninguna anomalía mental, más allá de una personalidad perversa con tendencias voyeuristas.
Violación masiva en Aviñón: 51 hombres en juicio por abusar a esposa drogada por su marido en Francia
Durante años, Gisèle Pelicot buscó explicaciones para su persistente cansancio y problemas ginecológicos, sin imaginar que la causa eran las agresiones sexuales a las que su propio esposo la sometía mientras estaba drogada. Hoy, enfrenta un severo estrés postraumático y ha sido diagnosticada con cuatro enfermedades de transmisión sexual atribuibles a las violaciones. Tras conocer la verdad, ha solicitado el divorcio y cambiado su apellido para alejarse del trauma infligido por su marido.
Los 51 acusados, identificados gracias a los vídeos encontrados, provienen de distintos ámbitos de la sociedad, incluyendo profesiones respetables como policías, bomberos y funcionarios. Aunque muchos negaron los hechos, algunos alegaron creer que la mujer consentía los actos o que fingía estar dormida, lo cual será una de las claves para determinar su grado de responsabilidad.
Este juicio ocurre en un contexto de creciente debate sobre la definición y manejo de los delitos sexuales en Francia. El país está reevaluando su legislación para dejar claro que el consentimiento debe ser explícito y puede retirarse en cualquier momento, incluso si la persona está incapacitada para dar su aprobación.
Dominique Pelicot también ha sido relacionado con otros crímenes en Francia gracias a su ADN, incluyendo un asesinato en 1991 y un intento de violación en 1999.
➡️Le huis clos avait été demandé par le ministère public et certains avocats de la défense mais la principale victime s'y s'opposait vivement, souhaitant "une publicité complète, totale, jusqu'au bout", ont plaidé ses avocats #AFP 2/2 pic.twitter.com/UnYCAYZDe2
— Agence France-Presse (@afpfr) September 2, 2024
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