Las medidas excepcionales para intentar frenar el número de nuevos positivos por Covid-19 comienzan a endurecerse en algunas zonas de España ante el temor a una segunda ola de contagios que pueda volver a paralizar la actividad económica y social del país, apenas un mes después de retomarla.
La preocupación se extiende sobre todo en las regiones de Cataluña y Aragón, fronterizas la una con la otra, donde el número de infectados se ha multiplicado en los últimos días, lo que ha obligado a sus respectivos gobiernos autonómicos a restringir el movimiento a sus vecinos, aunque de momento sólo de manera voluntaria.
En el caso de Cataluña, al menos cuatro millones de habitantes de Barcelona y de los municipios de su área metropolitana iniciaron este sábado quince días de medidas restricitivas que pasan, en primer lugar, por la recomendación de no salir de casa si no es “estrictamente” necesario, no celebrar reuniones de más de diez personas y reducir el aforo de bares y restaurantes al 50%.
También se han vuelto a cerrar los cines, teatros, locales de ocio nocturno y gimnasios y se han restringido las visitas a las residencias de mayores.
MASCARILLA OBLIGATORIA EN ESPAÑA: MENOS EN MADRID Y CANARIAS
La región de Madrid y las Islas Canarias (Atlántico) son los únicos lugares de España en los que no se ha acordado hasta el momento el uso obligatorio de la mascarilla indistintamente de si se puede guardar o no la distancia de seguridad de un metro y medio.
Las autoridades madrileñas han hecho un llamamiento a que los jóvenes la utilicen, mientras que en Canarias han dado instrucciones a las fuerzas de seguridad este fin de semana para reforzar la vigilancia de su uso en los encuentros lúdicos en bares y fiestas.
Otras regiones como Galicia (noroeste) empiezan a partir de mañana a aplicar las nuevas normas del uso obligatorio de mascarilla “en todo momento” y como norma general.
No será obligatoria para las personas con riesgos respiratorios ni tampoco para las personas que convivan, en playas y piscinas durante el momento del baño o mientras las personas no se estén desplazando; tampoco en los locales de hostelería en el momento de consumir, ni al hacer ejercicio al aire libre de modo individual guardando una distancia de dos metros con otras personas.