La situación en la frontera entre México y Estados Unidos se intensifica a medida que cientos de migrantes aguardan bajo el implacable sol, frente a las puertas de la valla fronteriza, por su destino incierto. Con solo dos días restantes antes de que expire el Título 42, una norma que permite las expulsiones rápidas por razones de salud pública, la incertidumbre se apodera de aquellos que buscan ingresar a Estados Unidos.
Crisis de migrantes en la frontera entre México y Estados Unidos
En el punto conocido como la “puerta 42”, ubicada aproximadamente a 18 kilómetros al este de El Paso, se produce una apertura limitada al mediodía para permitir el paso de algunos agentes de la Patrulla Fronteriza. Al otro lado de la valla metálica de cinco metros y medio de altura, carente de sombra salvo por algunos plásticos improvisados, se encuentra un grupo de medio millar de migrantes. Están atrapados entre los hierros y el río Bravo, que marca la frontera entre ambos países.
Después de entregarse a las patrullas fronterizas, los migrantes ahora esperan que las autoridades estadounidenses decidan si los deportan de manera inmediata utilizando el Título 42 o si se les permite iniciar el proceso de solicitud de asilo. Un agente de la Patrulla Fronteriza, que prefiere mantenerse en el anonimato, revela que el número de detenciones diarias o “encuentros” en el mes de mayo ha disminuido a alrededor de 1.150 al día, en comparación con el promedio de 1.400 arrestos fronterizos diarios en abril.
El funcionario destaca que los intentos de ingresar están cambiando constantemente y desplazándose hacia el este. En vista del próximo levantamiento del Título 42, se están ampliando las capacidades de los centros de procesamiento en El Paso. Se espera que nuevas instalaciones con capacidad para albergar a 1.000 personas estén listas para junio.
Aunque no se han proporcionado cifras exactas sobre el número de personas que intentarán cruzar hacia Estados Unidos, se espera un aumento significativo. El gobernador de Texas, Greg Abbott, ha anunciado el envío de una fuerza especial de la Guardia Nacional para reforzar la frontera, y se ha difundido una fotografía a través de su cuenta de Twitter que muestra a miembros de esta fuerza colocando concertinas.
En medio de la situación, un helicóptero sobrevuela la línea fronteriza para ayudar en las labores de vigilancia. Según el agente de la Patrulla Fronteriza, todo el proceso de registro de los nuevos llegados se ha digitalizado, y se utiliza tecnología de reconocimiento facial que puede identificar a cualquier persona registrada en los últimos seis años.
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