El presidente de Bolivia, Luis Arce, denunció este miércoles un intento de golpe de Estado liderado por una importante figura del gobierno. La alarma se activó cuando soldados y vehículos militares tomaron la Plaza Murillo en La Paz y se dirigieron al Palacio Quemado, la antigua sede del gobierno.
El líder de la ofensiva militar fue el general Juan José Zúñiga, recientemente destituido como jefe del Ejército por sus críticas al expresidente Evo Morales.
Zúñiga justificó la acción alegando que las Fuerzas Armadas pretendían “restructurar la democracia” debido a la delicada “situación del país”. Aunque el levantamiento fue sofocado y Zúñiga detenido, el episodio fue solo una muestra de la intensa lucha de poder entre Morales y Arce, que ha fracturado al Movimiento al Socialismo (MAS), el partido en el gobierno.
La Tensión Entre Morales y Arce Detrás del Intento de Golpe de Estado que quiso dar el general Zúñiga en Bolivia
Esta pugna política se desarrolla en un contexto económico adverso para Bolivia. A pesar de las afirmaciones del gobierno de Arce sobre la estabilidad económica y la atribución de los problemas recientes a “un brote especulativo”, muchos analistas señalan que la raíz de la crisis en la nación es más profunda.
Y es que entre los factores a tener en cuenta se debe revisar la caída en la producción de gas natural, un recurso clave nacionalizado en 2006 por Morales, cuya baja ha afectado seriamente los ingresos del país.
La disminución en la producción de gas ha generado un creciente descontento popular, agravando la situación económica y social. En este contexto, la confrontación dentro del MAS y la rivalidad entre Morales y Arce contribuyen a la inestabilidad política. Precisamente, porque Morales pretende volver al poder y un sector militar se muestra reacio a que eso suceda.
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