El cantante Darío Gómez recibe las últimas despedidas de su público en el coliseo Yesid Santos de Medellín, mientras tanto- sus perros también hacen presencia en el sitio.
Abril y Beethoven han estado durante gran parte de la jornada al lado del ataúd de su amoroso dueño y fue así porque él mismo lo pidió para el día que muriera.
La historia la contó Daniela Alzate Gómez, su nieta- quien además relató que la voluntad de Darío era que sus canes supieran que él había muerto y no que los había abandonado.
Perros de Darío Gómez en su sepelio
“Las mascotas eran su mayor tesoro. Mi abuelo los amaba con locura. Esos perritos eran su motivación de día a día. Él veía con los ojos de ellos. Vivían con él y dormían con él”, relató Daniela.
“Todo el tiempo estaban con él. Mi abuelo los cargaba, eran todo”, confesó la joven – quien de paso protagonizó un doloroso momento al romperse en llanto al escuchar la canción que Darío le compuso a ella.