Con un tanto de Dominic Solanke desde el punto de penalti, el Tottenham superó 0-1 al Eintracht y alcanzó las semifinales de la Liga Europa para mantener con vida su ilusión de ganar un título para maquillar una temporada hasta el momento decepcionante.
El equipo dirigido por Ange Postecoglou tendrá una oportunidad única para plantarse en la final de San Mamés del 21 de mayo y pelear por su cuarto título europeo (antes ganó la Recopa en 1963 y la Copa de la UEFA en 1972 y 1984).
Pero, sobre todo, podrá seguir en la pelea para conseguir algo de valor tras caer en todas las competiciones antes de tiempo y vagar hundido en la tabla de la Premier League. Su rival, el último escalón antes de pelear por un título, será el Lazio o el Bodö/Glimt, que aún se disputan en la prórroga el otro puesto de la semifinal.
No fue un camino de rosas para el conjunto londinense, que traía del choque de ida un empate (1-1) complicado para superar en el global de la eliminatoria al Eintracht. Con el público alemán en contra y en una caldera, consiguió salir adelante gracias a un penalti que transformó al filo del descanso Solanke.
Durante el resto de la primera parte, ambos equipos dispusieron de oportunidades para adelantarse en el marcador. Sólo Solanke dio en la diana, pero para el Eintracht pudo celebrar un gol a los veinte minutos Hugo Ekitike, que se encontró con una aparición providencial de Micky van de Ben cuando se disponía a rematar completamente solo ante Guglielmo Vicario.
El Tottenham contraatacó con un remate de Mathys Tel que salvó con un paradón Kaua Santos, que al filo del descanso se llevó por delante a James Maddisson cuando intentaba despejar un remate del jugador del conjunto londinense. El VAR avisó al árbitro y pitó un penalti que no falló Solanke.
En el segundo acto, los hombres de Postecoglu no especularon con el marcador y salieron del vestuario a sentenciar la eliminatoria. Tuvieron multitud de ocasiones para no jugar a la ruleta rusa en los últimos minutos. Sin embargo, Dejan Kulusevski, el central argentino Cristian ‘Cuti’ Romero y el uruguayo Rodrigo Bentancur fallaron oportunidades claras y el Eintracht llegó con vida al final.
En los últimos minutos, el Tottenham se salvó por el desacierto de Rasmus Kristensen, que perdonó en dos ocasiones consecutivas en los últimos minutos. En la primera, mandó la pelota fuera cuando estaba solo dentro del área; en la segunda, se encontró con Vicario en un remate suave tras recoger un rebote.
El Eintracht se quedó sin premio y el Tottenham logró el suyo: seguir con vida en un curso que podría arreglarse con un título que, tal vez, sería inesperado para muchos.
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EFE