En una extensa entrevista con la revista France Football, Kylian Mbappé, delantero francés del Paris Saint-Germain, no ocultó sus intenciones de cumplir su contrato con el club y luego buscar nuevos desafíos en su carrera futbolística. En la entrevista, Mbappé expresó su opinión de que jugar en el PSG no es beneficioso para ganar el codiciado Balón de Oro, lanzando algunos dardos hacia su propio club.
Mbappé critica al PSG y habla de sus aspiraciones al Balón de Oro
El joven delantero ha pasado muchos años en el Parque de los Príncipes y ha llegado a la conclusión de que seguir jugando en las orillas del río Sena no contribuye en gran medida a su sueño de ganar el prestigioso premio individual. En sus propias palabras: “Pienso que jugar en el PSG no ayuda mucho a ganar el Balón de Oro porque es un equipo que divide, un club que divide. Por supuesto, eso atrae las malas lenguas, pero no me preocupa porque yo sé lo que hago y cómo lo hago”.
Mbappé se considera un competidor nato y está obsesionado con ganar. No importa contra quién juegue, el equipo que represente, el lugar o el año, su sed de victoria es insaciable. Aunque ha tenido éxito en la Ligue 1, el delantero aún no ha ganado la Champions League y eso es algo que le motiva enormemente.
Cuando se le preguntó sobre el fracaso del PSG en la Liga de Campeones a pesar de las inversiones millonarias en fichajes, Mbappé señaló que hacen lo que pueden y que es necesario hablar con aquellos encargados de construir y organizar el equipo. Parece que el delantero busca una mayor cohesión y enfoque en el club para alcanzar el éxito europeo.
Mirando hacia la próxima temporada, Mbappé planea tomarse unas vacaciones para recargar energías y regresar con la misma determinación y hambre de siempre. El Paris Saint-Germain iniciará su pretemporada bajo la dirección de su nuevo entrenador, el español Luis Enrique Martínez, y Mbappé espera estar listo para afrontar los desafíos que se les presenten.
Además de hablar de fútbol, Mbappé también se pronunció sobre un trágico suceso en una localidad desfavorecida de la periferia de París, donde un joven de 17 años falleció a causa de disparos policiales. El jugador mostró su dolor por la situación y pidió el fin de los disturbios, afirmando que la violencia no resuelve nada y solo afecta a aquellos que la expresan.
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