La polémica imagen de Luis Rubiales besando a Jenni Hermoso en la boca tras la final del Mundial de fútbol femenino ha sido la gota que ha colmado el vaso de su controvertida gestión al frente de la Federación Española de Fútbol (RFEF). El dirigente anunciará este viernes su dimisión en una Asamblea Extraordinaria convocada en Las Rozas, después de perder el apoyo de las Territoriales, los clubes y la propia jugadora.
Rubiales se ha visto envuelto en una tormenta mediática y social desde que se difundió el vídeo del beso, que fue calificado de “abuso”, “machismo” y hasta “violencia sexual” por diferentes sectores. La prensa internacional también se hizo eco del incidente y lo criticó duramente, poniendo en entredicho la imagen del fútbol español.
El presidente de la RFEF esperaba contar con el respaldo de Jenni Hermoso, a quien consideraba una amiga, pero la realidad fue muy diferente.
Rubiales no aguanta más: presenta su dimisión como presidente de la RFEF después del polémico beso
La jugadora emitió un comunicado a través del sindicato FUTPRO en el que se mostraba “indignada” por el beso y pedía “medidas ejemplares” contra Rubiales. El dirigente se sintió traicionado y aislado, sin nadie que le defendiera.
Este viernes será el día en que Rubiales ponga fin a su mandato, que comenzó en 2018 y que ha estado marcado por varias polémicas, como la destitución de Julen Lopetegui antes del Mundial de Rusia, el conflicto con La Liga por los horarios o la elección de Luis Enrique como seleccionador. Rubiales dejará la presidencia de la RFEF con más sombras que luces y con un beso que le costó muy caro.
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