El exagente de policía Derek Chauvin, que fue condenado por el asesinato del afroestadounidense George Floyd en 2020, sufrió una grave agresión este viernes en la prisión federal de Tucson, en Arizona, donde cumple su pena de 22 años y medio.
Según informó el diario The New York Times, citando dos fuentes anónimas, Chauvin fue apuñalado por otro recluso con un arma improvisada, lo que le causó varias heridas de consideración. Los guardias de la prisión lograron intervenir y trasladar a Chauvin a un hospital cercano, donde se encuentra en estado crítico.
La Agencia Federal de Prisiones confirmó el incidente, sin revelar la identidad de la víctima ni del agresor, y aseguró que se ha abierto una investigación para esclarecer los hechos y determinar las posibles responsabilidades.
Un recluso apuñala al policía que asfixió a George Floyd
Chauvin fue declarado culpable en abril de 2021 de asesinato en segundo grado, asesinato en tercer grado y homicidio en segundo grado por la muerte de George Floyd, un hombre negro que falleció asfixiado después de que el policía le presionara el cuello con la rodilla durante más de nueve minutos, mientras le detenía por presuntamente usar un billete falso.
La escena, que fue grabada por varios testigos y difundida por las redes sociales, desató una ola de protestas contra el racismo y la brutalidad policial en Estados Unidos y en todo el mundo, bajo el lema “Black Lives Matter” (Las vidas negras importan).
La condena de Chauvin fue considerada como un hito histórico en la lucha por la justicia racial, pero también generó el rechazo de algunos sectores que lo consideraron un chivo expiatorio o un héroe. El exagente fue trasladado a la prisión federal de Tucson en junio de 2023, después de que el Departamento de Justicia lo acusara de violar los derechos civiles de Floyd.
La muerte de Floyd también provocó una investigación del Departamento de Justicia sobre el Departamento de Policía de Minneapolis, que concluyó en junio de 2023 que sus agentes usaban habitualmente prácticas violentas y discriminatorias, “incluida la fuerza letal injustificada”.
La familia de Floyd, que recibió una indemnización de 27 millones de dólares por parte de la ciudad de Minneapolis, no se ha pronunciado acerca de la situación del ex agente.
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