Hace 16 años, el mundo se conmocionó con la desaparición de Madeleine McCann, una niña británica de tres años que estaba de vacaciones con su familia en el sur de Portugal.
Desde entonces, la policía ha seguido varias pistas y sospechosos, pero sin llegar a una conclusión definitiva sobre lo que le ocurrió a la pequeña.
Uno de los principales sospechosos es Christian Brueckner, un ciudadano alemán que ha sido condenado por varios delitos sexuales contra menores y que frecuentaba el embalse de Arade, en Silves, a tan solo kilómetros de donde se le perdió el rastro a la menor.
Embalse portugués vuelve a ser escenario de búsqueda por Madeleine McCann: ¿Qué encontraron?
Cabe reseñar que una nueva inspección al embalse se dio durante la última semana de mayo, en la misma participaron agentes alemanes, portugueses e ingleses.
Durante tres días, los investigadores rastrearon el fondo del lago con equipos especiales y hallaron algunos objetos que podrían estar relacionados con el caso.
Según la fiscalía alemana, los objetos serán analizados en los próximos días y semanas para determinar si tienen alguna conexión con la desaparición de Madeleine. Por el momento, no se ha revelado la naturaleza ni el origen de los mismos.
Caso Madeleine McCann: ¿Qué hay detrás de los objetos hallados en el embalse de Arade?
El embalse de Arade no es la primera vez que aparece como zona de interés en el caso. En 2008, un abogado portugués llamado Marcos Aragao Correia lideró una búsqueda personal por el caso de Madeleine y pagó a seis buzos para que exploraran el lago. Según él, había recibido una información anónima de que el cuerpo de la niña estaba allí.
Sin embargo, la búsqueda no dio resultados y fue criticada por la policía y por los padres de Madeleine, que consideraron que se trataba de una maniobra para desviar la atención del caso.
Los padres de Madeleine, Kate y Gerry McCann, siguen manteniendo la esperanza de encontrar a su hija con vida y han agradecido el apoyo y la solidaridad que han recibido durante estos años. También han pedido respeto por su privacidad y la de sus otros dos hijos, Sean y Amelie, que ahora tienen 19 años.
El caso de Madeleine McCann sigue siendo uno de los más misteriosos y mediáticos de la historia reciente. A pesar del tiempo transcurrido y las dificultades para encontrar pruebas concluyentes, las autoridades no han cerrado el expediente.
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