Un hecho de sangre conmocionó a la población de Jacó, en la provincia de Puntarenas, en el Pacífico de Costa Rica, la noche del domingo 5 de noviembre. Tres ciudadanos colombianos fueron asesinados a balazos en plena vía pública, frente a un club nocturno, por un grupo de personas armadas y encapuchadas que bajaron de un vehículo y abrieron fuego indiscriminadamente.
Las víctimas fueron identificadas por el Organismo de Investigación Judicial (OIJ) como Santiago Andrés González Caicedo, de 41 años; Rosemberg Rodríguez Caicedo, de 41 años, y Luis Gabriel Godoy Mena, de 33 años. Los tres presentaban múltiples impactos de bala en diferentes partes del cuerpo.
Según las primeras investigaciones, el ataque habría sido un ajuste de cuentas entre bandas delincuenciales que se disputan el control del territorio para cometer actos ilícitos en Costa Rica, como el narcotráfico, la extorsión y el sicariato.
Tres colombianos fueron víctimas de un atentado en Costa Rica: dos cartas con amenazas fueron halladas cerca de los carros de los sicarios
Los autores del crimen huyeron del lugar en el mismo vehículo en el que llegaron y lo abandonaron e incineraron en la población de Herraduras, a unos 20 minutos de distancia de Jacó. Cerca de los carros quemados se hallaron dos cartas con amenazas dirigidas a los supuestos enemigos de los sicarios.
El OIJ está analizando las evidencias y las cámaras de seguridad para identificar y capturar a los responsables del triple homicidio, que ha generado alarma y repudio en la zona.
Hasta el momento, la Policía no ha revelado si los colombianos asesinados tenían antecedentes penales o vínculos con organizaciones criminales en su país de origen o en Costa Rica.
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