La región del Catatumbo, en Norte de Santander, vuelve a ser epicentro de la violencia en Colombia. Este jueves, intensos enfrentamientos entre el Ejército de Liberación Nacional (ELN) y disidencias de las FARC dejaron como saldo la muerte de cuatro firmantes del Acuerdo de Paz, aumentando la tensión en una zona históricamente golpeada por el conflicto armado.
Las víctimas, identificadas como Pedro Rodríguez Mejía, Jhon Carlos Carvajalino, Albeiro Díaz Franco y Yurgen Martínez Delgado, fueron asesinadas en áreas rurales de El Tarra, Convención y Teorama.
La violencia en esa zona del país escaló tras una masacre ocurrida en Tibú, donde una pareja y su bebé fueron asesinados por hombres armados en moto.
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Además, videos difundidos por habitantes muestran combates tanto en zonas rurales como urbanas, mientras organizaciones de derechos humanos advierten sobre riesgos de desplazamientos masivos, confinamientos y afectación a comunidades vulnerables, incluyendo niños y maestros.
Y es que, según un audio atribuido a Andrey Avendaño, jefe del Frente 33 de las disidencias, el ELN habría declarado la guerra a todas sus unidades en la región. El grupo acusa al ELN de atacar a civiles y familiares de los combatientes, mientras el Gobierno sigue trabajando en mesas de diálogo con diferentes actores del conflicto.
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