En Aguachica, un oscuro caso ha sacudido a la comunidad. Marcela García, una auxiliar de enfermería, ha sido acusada de asesinar a su mejor amiga mediante una inyección letal, y su pasado está plagado de hechos inexplicables relacionados con la muerte de varios familiares que estaban bajo su cuidado.
La revista Semana amplió la historia de Marcela, nacida en 1989, y quien siempre fue considerada por su familia como alguien con un don especial para el servicio y la empatía hacia los demás.
Esta mujer, según relata la publicación, decidió convertirse en auxiliar de enfermería, adquiriendo conocimientos sobre el cuidado de los pacientes y diferentes tratamientos.
El oscuro pasado de una auxiliar de enfermería en Aguachica que habría matado a varias personas
A pesar de su preparación, Marcela no logró conseguir empleo en clínicas u hospitales, por lo que se dedicó a atender a familiares que necesitaban cuidados de salud mientras trabajaba en otros negocios.
En el municipio de la Jagua de Ibirico, Marcela conoció a Yoleiny Lobo Gutiérrez, con quien entabló una estrecha amistad durante tres años.
Sin embargo, la tragedia ocurrió cuando Marcela se hospedó en la casa de Yoleiny en Aguachica. La madre de Yoleiny se retiró de la casa para darles privacidad, pero al regresar al día siguiente, encontró a su hija sin vida, con los labios morados y fría. La autopsia reveló que Yoleiny había sufrido un paro cardiorrespiratorio, pero no había explicación clara para su muerte.
Las sospechas aumentaron cuando se descubrió un detalle crucial durante el análisis del cuerpo de Yoleiny: una aguja en su brazo derecho, indicando que había sido víctima de una inyección.
Además, la inyección había sido administrada por alguien con conocimientos en el cuidado de la salud. Estos hallazgos llevaron a la policía de Aguachica a pensar en un posible homicidio premeditado.
Pero el caso de Yoleiny no fue el único. Se descubrió que tres años atrás, el hermano de Marcela había fallecido en circunstancias similares, con la misma sustancia tóxica presente en su cuerpo.
Aunque los familiares no habían denunciado en ese momento debido al grado de parentesco, tras los últimos acontecimientos decidieron romper el silencio y revelar que otras tres muertes sospechosas ocurrieron mientras Marcela estaba presente. En dos casos, mientras prestaba cuidados de salud.
Enfrentando una orden de captura, Marcela logró evadir a las autoridades durante varios meses antes de entregarse. Aunque inicialmente negó su culpabilidad, finalmente llegó a un preacuerdo en el que aceptó haber sido la responsable de la muerte de Yoleiny. Sin embargo, los detalles del caso aún no se han revelado por completo.
Por haber colaborado con la justicia, la pena de Marcela se redujo a 17 años de prisión. Actualmente, cumple detención domiciliaria en Aguachica debido a que está en embarazo.
Sin embargo, los familiares de las víctimas le han explicado a la unidad investigativa de la revista Semana que temen que Marcela pueda volver a utilizar sus conocimientos para hacer daño en el futuro.
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