El pasado 23 de octubre se registró un hecho insólito en el sector de Juan Rey, en Bogotá. Dos sacerdotes que prestan sus servicios en la Capilla San Camilo fueron capturados por la Policía luego de que uno de ellos le disparara a un uniformado con el que, al parecer, estaban compartiendo unas copas.
El incidente dejó herido al patrullero Andrés Felipe Gutiérrez, quien recibió un impacto de bala en el abdomen. Los curas fueron identificados como Miguel Ángel González Joya y Frank Castro Guzmán, quienes fueron puestos en libertad por decisión de un juez.
Según la versión inicial de los hechos, los sacerdotes y los policías se encontraban tomando licor dentro de la iglesia cuando se presentó una discusión y uno de los religiosos accionó el arma del uniformado por accidente.
Revelan nueva versión sobre el disparo de un sacerdote a un policía en una iglesia de Bogotá
Sin embargo, en los últimos días se han conocido nuevas versiones de testigos y personas que aseguran tener detalles del hecho. Una de ellas es una mujer que dice ser cercana a la capilla y que reveló al diario Qhubo que el motivo del disparo fue una mujer.
Según esta persona, que pidió reserva de su identidad, la mujer es una feligresa que hace parte de la comunidad desde hace varios años y que tiene una relación sentimental con uno de los sacerdotes
Al parecer, el policía herido también estaba interesado en ella y eso habría generado una pelea entre él y el cura- lo que habría terminado en el disparo.
Así fue el altercado entre dos curas y dos policías que terminó en un disparo
“¿Por qué hasta ahora nadie ha dicho que hay una mujer implicada en el desarrollo de lo que pasó? Mire, esa noche en la iglesia estaban los dos sacerdotes implicados, el policía que quedó herido y también estaba una mujer”, comentó.
“Ella hace parte de la comunidad desde hace varios años y es bien sabido por buena parte de la feligresía que ella y uno de los sacerdotes tienen una relación sentimental”, dijo la mujer al medio.
La fuente también aseguró que no era la primera vez que los sacerdotes y los policías tomaban juntos dentro de la iglesia y que el otro uniformado que estaba presente esa noche estaba afuera cuando se escuchó el disparo.
Esta versión contrasta con la que entregaron los religiosos ante las autoridades, quienes aseguraron que se trató de un accidente y que no tenían ninguna intención de hacerle daño al policía.
El caso sigue bajo investigación por parte de la Fiscalía, que tendrá que establecer qué fue lo que realmente ocurrió esa noche y si hubo algún tipo de responsabilidad penal por parte de los involucrados.
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