La final de la Copa Betplay entre América de Cali y Atlético Nacional, disputada en el estadio Pascual Guerrero, se vio empañada por actos de violencia que obligaron a suspender el partido. La Alcaldía de Cali ha ofrecido una recompensa de $30 millones para identificar a los responsables de la alteración del orden público, subrayando su compromiso con la justicia y la seguridad en eventos deportivos.
Incidentes violentos durante el partido
El partido, que debía definir al campeón del torneo, se suspendió a cinco minutos del final debido a enfrentamientos entre los aficionados y las fuerzas del orden. Según el reporte de la Policía Metropolitana de Cali, un grupo de hinchas intentó ingresar por la fuerza al campo de juego, generando una fuerte confrontación.
La Unidad de Diálogo y Mantenimiento del Orden intervino utilizando gases lacrimógenos para controlar la situación. Los disturbios dejaron como saldo preliminar:
- Tres policías heridos, atendidos en centros médicos.
- Daños materiales en la infraestructura del estadio.
- Estragos causados por el uso de pólvora y vandalismo en el mobiliario deportivo.
Estos incidentes reflejan el incumplimiento de acuerdos previos entre las autoridades y los líderes de las barras locales, quienes se habían comprometido a garantizar un espectáculo en paz.
Recompensa por información sobre los responsables
Con el objetivo de acelerar la identificación de los responsables, la Alcaldía de Cali anunció una recompensa de $30 millones para quienes proporcionen información que facilite la captura y judicialización de los involucrados en los desmanes.
Los ciudadanos que deseen colaborar pueden comunicarse a través de:
- Línea multicrimen: 3143587212.
- Emergencias: 123.
- Redes sociales: @PoliciaCali.
Las autoridades han garantizado la protección de las fuentes informantes, asegurando anonimato total para quienes aporten datos clave.
En un comunicado, la Alcaldía de Cali expresó su rechazo a los actos violentos y reafirmó su compromiso con la seguridad en los eventos deportivos:
“Estos individuos no representan a nuestra ciudad ni a sus valores. No permitiremos que estos hechos queden impunes”.
Asimismo, las autoridades locales solicitaron sanciones ejemplares para las barras responsables de los disturbios y enfatizaron que el fútbol debe ser una fiesta para las familias, no un escenario de vandalismo y agresión.
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