El conflicto armado en Colombia sigue afectando gravemente a la población civil, y en el Catatumbo, la situación se ha vuelto crítica debido al incremento del reclutamiento forzado de menores de edad por parte de grupos armados ilegales. Esta preocupante práctica vulnera los derechos fundamentales de la niñez y representa una grave violación del derecho internacional humanitario.
Un conflicto que no cesa
Desde hace más de dos meses, la región del Catatumbo ha sido escenario de intensos enfrentamientos entre el ELN y las disidencias de las FARC. Estas disputas han causado el desplazamiento de más de 57 personas, el confinamiento de al menos 24.000 habitantes y alrededor de 84 homicidios confirmados por las autoridades.
En medio de esta crisis humanitaria, el reclutamiento infantil se ha convertido en un problema alarmante. Si bien no existen registros oficiales exactos sobre la cantidad de niños afectados, organismos de derechos humanos y autoridades locales advierten que la situación es más grave de lo que se cree.
El reclutamiento infantil: una realidad aterradora
Las organizaciones criminales han intensificado sus estrategias de captación de menores en municipios como Tibú, El Tarra, Teorama y la provincia de Ocaña. Estos niños y adolescentes son instrumentalizados en actividades ilícitas, convirtiéndolos en víctimas del conflicto armado.
Recientemente, el Ejército Nacional logró la aprehensión de dos menores reclutados, entre ellos un niño de apenas 11 años que portaba un arma y formaba parte de las filas del ELN. Este caso evidencia la gravedad del problema y la urgencia de tomar medidas efectivas para proteger a la niñez en la región.
El secretario de Gobierno de Norte de Santander, Jonny Peñaranda, hizo un llamado a los grupos armados para que excluyan a los menores de edad del conflicto. “Es necesario que los grupos armados dejen por fuera del conflicto a nuestros niños, niñas y jóvenes, que puedan estudiar, que sean libres y se formen para ser el futuro de esta región que tanto los necesita”, manifestó el funcionario.
Datos alarmantes sobre el impacto del conflicto en los menores
El Observatorio de Niñez y Conflicto Armado en Colombia (COALICO) ha reportado 22 eventos de violencia en Norte de Santander en los últimos meses, afectando a al menos 1.758 niños, niñas y adolescentes. Además del reclutamiento forzado, los menores también enfrentan otras formas de violencia como ataques a misiones médicas, amenazas a docentes y directivos, desplazamientos forzados y la instalación de minas antipersonal.
Según Julia Castellanos, coordinadora del observatorio, “lo que hemos podido evidenciar desde el observatorio es que no solo hay reclutamiento, sino también ataques a escuelas y hospitales, amenazas a docentes y directivos, confinamientos, desplazamientos forzados e incluso la instalación de minas antipersonal”.
Acciones del ICBF y el llamado a la protección de la infancia
El Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF) ha reportado el rescate de más de 45 menores de edad que habían sido reclutados por grupos armados ilegales en la región del Catatumbo. La directora del ICBF, Astrid Cáceres, instó a los actores armados a cesar el reclutamiento infantil y a respetar los derechos de la niñez.
“Es urgente que pongamos en el centro de nuestras acciones la protección de los niños y niñas en el Catatumbo. No podemos permitir que sigan siendo víctimas del conflicto”, enfatizó Cáceres durante un debate de control político en Cúcuta.
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