El presidente Gustavo Petro prohibió el uso de bombardeos contra grupos criminales que involucran niños en el departamento del Cauca. La medida se anunció durante su visita a Popayán, la capital de esta región, y surge como una respuesta a las preocupaciones expresadas por varios alcaldes del Suroccidente colombiano sobre la violencia generada por las organizaciones criminales.
Petro enfatizó que no se deben bombardear campamentos que tienen niños reclutados por grupos armados ilegales. “No se puede bombardear niños reclutados por grupos al margen de la ley”, afirmó. Según el presidente, hay alrededor de 350 niños indígenas que han sido reclutados, lo cual considera un crimen de lesa humanidad.
El presidente explicó que estos niños son utilizados como escudos humanos por los grupos criminales. “Los niños del Cauca se vuelven el escudo de los armados contra el Estado”, declaró, subrayando la gravedad de esta situación y la necesidad de encontrar otras estrategias para combatir a estas organizaciones sin poner en riesgo la vida de los menores.
La decisión de Petro llega en medio de un debate sobre la efectividad y la moralidad del uso de bombardeos en zonas conflictivas. Alcaldes como Alejandro Eder, de Cali, han pedido que se reconsideren las restricciones a los bombardeos para poder enfrentar más eficazmente a los grupos terroristas. “Pido que se revisen las restricciones a la posibilidad de la Fuerza Aérea de bombardear campamentos de estos grupos terroristas”, dijo Eder.
Sin embargo, esta postura ha generado controversia. Algunos gobernadores y la Asociación Colombiana de Ciudades Capitales se han mostrado en desacuerdo con el uso de bombardeos, argumentando que podrían causar daños colaterales a la población civil. La vicepresidente Francia Márquez también expresó su oposición, abogando por una estrategia de seguridad combinada con desarrollo social y económico para la región.
Petro sugirió que el reclutamiento de niños debe ser tratado como una toma de rehenes sistemática y debe ser castigado por la Corte Penal Internacional. “Cuando es uno, es un rehén. Cuando son varios, es una toma de rehenes. Y cuando es todo el tiempo, es una toma sistemática de rehenes”, explicó, destacando la necesidad de justicia para estos menores.
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