El Consejo de Seguridad de la ONU acordó prorrogar por otro año y sin cambios la misión de la organización encargada de verificar el cumplimiento de las partes de los acuerdos de paz entre el Estado colombiano y las FARC.
Por unanimidad, los quince miembros del Consejo de Seguridad dieron el visto bueno a una breve resolución que da continuidad al operativo, cuyo actual mandato vencía este mes.
Hasta ahora, el máximo órgano de decisión de Naciones Unidas ha mostrado siempre un amplio consenso en todo lo relacionado con el proceso de paz colombiano y respalda la labor de la misión puesta en marcha en 2017 y que actualmente dirige el mexicano Carlos Ruiz Massieu.
Su cometido es verificar el cumplimiento de parte de los acuerdos de paz entre el Gobierno y las FARC, sobre todo la reintegración de los antiguos combatientes, un trabajo con el que la ONU da continuidad al esfuerzo que ya había hecho previamente para supervisar el proceso de alto el fuego y abandono de las armas al que se comprometió la guerrilla.
Tanto el Gobierno de Iván Duque como el partido de las FARC habían solicitado a ONU que la misión continuase sobre el terreno.
🔵 El Consejo de Seguridad de @ONU_es , bajo la resolución 2545 de 2020, en decisión unánime, extendió hasta el 25 de septiembre de 2021, el mandato de la Misión de Verificación de la ONU en Colombia. Aquí la resolución 👉 https://t.co/CzWnpNfcc3 #UNSC pic.twitter.com/QDi45QRLC5
— Misión de la ONU en Colombia (@MisionONUCol) September 25, 2020
En la resolución aprobada este viernes, el Consejo destaca el avance hacia la paz hecho por Colombia y urge a todas las partes a seguir trabajando para consolidarlo y, sobre todo, responder a la violencia en las zonas afectadas por el conflicto.
En los últimos meses, el Consejo de Seguridad ha manifestado en varias ocasiones su preocupación por la situación en algunas áreas de Colombia, sobre todo por los repetidos asesinatos de líderes comunitarios y de excombatientes de la guerrilla.
Según el secretario general de la ONU, António Guterres, grupos armados ilegales y organizaciones criminales están aprovechando la pandemia del coronavirus para ganar terreno en el país, lo que aumenta aún más el peligro en zonas antiguamente afectadas por el conflicto.