Las cámaras de fotodetección en Bogotá han sido objeto de debate público durante años. A menudo se escuchan quejas y rumores sobre su funcionamiento, con afirmaciones que van desde la idea de que son un mecanismo injusto hasta teorías de que están diseñadas para generar dinero a privados.
Los mitos y verdades de las cámaras de fotodetección en Bogotá
Sin embargo, la Secretaría de Movilidad, encabezada por Claudia Díaz, ha aclarado los mitos más comunes y ha resaltado las realidades detrás de estas cámaras.
Mito: Las cámaras de fotodetección no sirven.
Realidad: Las cámaras no solo sirven, sino que han demostrado ser una herramienta eficaz para salvar vidas. Según datos oficiales, en los últimos dos años se ha logrado reducir en un 25 % el número de siniestros con fallecidos en los puntos donde están instaladas. En promedio, se salvaron 29 vidas por año, lo que refuerza su efectividad en el control de excesos de velocidad y otras infracciones de tránsito.
Mito: Las cámaras de fotodetección están escondidas.
Realidad: La normativa exige que las cámaras estén señalizadas, y Bogotá ha ido un paso más allá. Este año se implementó una nueva señalización más visible, que incluye carteles verticales y marcas en el piso con la leyenda “detección electrónica”, acompañada de un círculo rojo que resalta el límite máximo de velocidad permitido, generalmente 50 km/h. El objetivo no es multar, sino prevenir y hacer cumplir las normas de tránsito para evitar accidentes.
Mito: Las cámaras de fotodetección son un negocio privado.
Realidad: Uno de los mitos más persistentes es que las cámaras son una herramienta de lucro para empresas privadas. En realidad, el cobro de las multas es realizado directamente por la Secretaría Distrital de Movilidad (SDM). No existe participación de empresas privadas en el recaudo, y todo se realiza bajo el marco legal establecido por el Estatuto Tributario. Además, antes de emitir cualquier comparendo, las autoridades revisan cada caso para asegurarse de que la multa está justificada según las evidencias.
Mito: Las cámaras no son precisas y generan multas injustas.
Realidad: Las cámaras de fotodetección están certificadas y calibradas periódicamente según los estándares del Ministerio de Transporte. Esto garantiza que las evidencias capturadas sean precisas y confiables, evitando así que se emitan multas injustas.
Un Instrumento de Prevención, No de Castigo
El uso de las cámaras de fotodetección en Bogotá tiene como principal objetivo reducir las muertes en las vías y aumentar la seguridad vial. Aunque muchos conductores aún ven estas cámaras con recelo, los datos sugieren que están cumpliendo con su propósito. La Secretaría de Movilidad ha sido clara: no se trata de un instrumento para generar ingresos, sino de una herramienta fundamental para salvar vidas y promover el cumplimiento de las normas.
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