Un grupo de escoltas que trabajaban en el esquema de seguridad de la primera dama, Verónica Alcocer, presentó una queja formal de 102 páginas ante diversas autoridades, incluyendo la Procuraduría y el Ministerio de Trabajo.
En el documento, los escoltas detallan varias irregularidades en su labor, las cuales consideran una extralimitación de funciones por parte de algunos oficiales de la Policía Nacional asignados a la Jefatura de Seguridad Presidencial.
Los escoltas, quienes fueron retirados de sus funciones a principios de junio, destacaron en su queja que, a pesar de no tener subordinación directa con la Policía Nacional, han recibido un trato inadecuado. Mencionan que sus condiciones laborales y la forma de recibir órdenes deberían diferir, ya que son contratados directamente por la Unidad Nacional de Protección (UNP).
Escoltas de la primera dama, Verónica Alcocer, afirman haber sido despedidos sin justificación
Entre las seis principales quejas, señalaron que la Jefatura de Protección Presidencial ha solicitado la desvinculación de algunos escoltas sin cumplir con el debido proceso, lo que consideran una violación a la ley 1010 de 2006. También manifestaron que muchos escoltas estaban siendo asignados a tareas para las que no estaban capacitados, poniendo en riesgo la seguridad del presidente y su familia.
Otra preocupación es que, según los exfuncionarios, el personal asignado carece de la formación adecuada para manejar vehículos blindados y no sigue las normativas de tránsito pertinentes, lo que ha resultado en violaciones a la ley de tránsito.
Un exescolta, que prefirió permanecer en el anonimato, expresó su preocupación por la seguridad de quienes han levantado la voz. Aseguró que las llamadas de los escoltas son interceptadas, y aunque temen por su integridad, están decididos a luchar por sus derechos laborales.
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