Los primeros vuelos con colombianos deportados desde Estados Unidos, luego de la orden ejecutiva del nuevo presidente, aterrizaron este martes en Bogotá.
A pesar de la tensión inicial entre ambos gobiernos, el presidente Gustavo Petro aseguró que los connacionales están siendo recibidos con dignidad y respeto, desmintiendo las acusaciones del mandatario estadounidense sobre las condiciones de deportación.
El mandatario colombiano enfatizó que los deportados no son criminales, como se había señalado, sino personas que buscan mejores oportunidades. Además, informó que el Gobierno ha implementado un plan de crédito para apoyar su reinserción en el país.
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Entre los deportados se encuentran 26 menores de edad, quienes están siendo atendidos por el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF). Según las autoridades, ninguno de los adultos tiene antecedentes penales.
Los colombianos deportados han relatado que las condiciones durante el vuelo fueron adecuadas, aunque algunos reportaron haber sido esposados y encadenados por razones de seguridad. Sin embargo, coincidieron en que no sufrieron maltratos.
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