Giovany Andrés Rojas, ‘Alias Araña’, cabecilla de las disidencias de las Farc, fue capturado en Bogotá tras una solicitud de extradición por parte de una corte de los Estados Unidos. El líder guerrillero, quien participaba como negociador en los diálogos de paz con el Gobierno colombiano, está acusado de estar involucrado en el envío de cocaína a territorio estadounidense. Este caso ha generado controversia y pone en evidencia los desafíos de los procesos de paz en Colombia.
La captura de Alias Araña
La Fiscalía General de la Nación confirmó que la captura de alias Araña se realizó en cumplimiento de una notificación roja de Interpol. El líder guerrillero es requerido por una corte del Distrito Sur de California por cargos relacionados con tráfico de estupefacientes.
Según la Fiscalía, alias Araña habría estado involucrado en el envío reciente de cocaína a los Estados Unidos mientras participaba en el tercer ciclo de diálogos de paz con el Gobierno nacional.
El doble rol de Alias Araña
Giovany Andrés Rojas era conocido como uno de los cabecillas del grupo disidente autodenominado ‘Comandos de la Frontera’. Sin embargo, también participaba como negociador en los diálogos de paz, lo que ha generado cuestionamientos sobre la transparencia y efectividad de estos procesos.
La captura de alias Araña revela una contradicción en su rol: mientras buscaba acuerdos de paz con el Gobierno, presuntamente continuaba liderando actividades ilegales como el tráfico de drogas.
La respuesta de la fiscalía
La Fiscalía General de la Nación aclaró que, aunque las órdenes de captura contra alias Araña habían sido suspendidas temporalmente mediante la Resolución 0-0139 del 12 de abril de 2024, esta suspensión no aplicaba para las notificaciones rojas de Interpol.
“En cumplimiento de compromisos internacionales, dicha suspensión no cobija circulares rojas de Interpol como la que se ejecutó”, señaló la Fiscalía en un comunicado.
Implicaciones para los diálogos de paz
La captura de alias Araña ha generado un fuerte impacto en los diálogos de paz entre el Gobierno y las disidencias de las Farc. Este caso pone en evidencia las dificultades para garantizar que los negociadores estén comprometidos con el proceso y no continúen involucrados en actividades ilegales.
Además, plantea preguntas sobre la credibilidad de los acuerdos y la capacidad del Gobierno para controlar a los grupos armados que participan en estos diálogos.
Te puede interesar: Xavier Vendrell Admite recibir dinero de Papá Pitufo para campaña de Petro
¡Síguenos en Facebook y Twitter para mantenerte informado con las mejores noticias!
