El sumergible Titán, que desapareció el domingo pasado mientras realizaba una expedición al Titanic, había sido objeto de varias advertencias por parte de un exempleado de OceanGate, la compañía que opera la nave.
Según documentos judiciales de EE.UU., David Lochridge, el director de Operaciones Marítimas de la empresa, había expresado su preocupación por la seguridad del sumergible en un informe de inspección en 2018.
En el informe, Lochridge “identificó numerosas complicaciones que planteaban graves problemas de seguridad”, entre ellas el modo en que se había probado el casco de la nave, que está hecho de fibra de carbono, un material inusual para una nave de aguas profundas.
El sumergible Titán tenía graves problemas de seguridad, según un informe interno
Lochridge enfatizó “el potencial peligro para los pasajeros cuando el sumergible alcanzaba profundidades extremas”, como la del Titanic, que se encuentra a unos 3.800 metros bajo el nivel del mar.
El exempleado reclamó que sus advertencias fueron ignoradas por los directivos de OceanGate y convocó una reunión para discutir el asunto, pero fue despedido poco después.
La empresa lo demandó por revelar información confidencial y él presentó una contrademanda por despido improcedente. El caso se resolvió fuera de los tribunales, aunque se desconocen los detalles del acuerdo.
El sumergible, descrito por la compañía como “experimental”, tiene capacidad para cinco personas y puede descender hasta 4.000 metros de profundidad.
El casco, que rodea la parte hueca donde se sientan los pasajeros, está hecho de fibra de carbono, con placas de titanio en los extremos y una pequeña ventana en uno de ellos.
“Por lo general, en los sumergibles de aguas profundas, la parte donde están los humanos es una esfera de titanio o acero de unos 2 metros de diámetro”, indicó Nicolai Roterdam, profesor de biología marina en la Universidad de Portsmouth.
Para soportar las inmensas presiones de las profundidades se necesitan materiales muy fuertes que permitan resistir el peso del agua que presiona.
La fibra de carbono es más barata que el titanio o el acero y es extremadamente ligera y resistente. Sin embargo, también tiene algunas desventajas, como su fragilidad ante impactos o su sensibilidad al calor.
Según OceanGate, el casco del sumergible fue sometido a pruebas rigurosas antes de su uso y cumplía con todos los estándares de seguridad.
La compañía ha iniciado una operación de búsqueda y rescate del sumergible y sus ocupantes, cuyo paradero se desconoce desde hace tres días.
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